La construcción de los templos cristianos en la Rusia antigua (que
incluía Ucrania y Bielorrusia) comenzó con el bautismo del país
en el año 988. Los primeros templos de la capital de entonces, Kiev, fueron
obra de arquitectos griegos, que reprodujeron la estructura predominante
entonces en el Imperio bizantino: la planta de cruz con una cúpula, diseño que
terminó sustituyendo a las basílicas antiguas.
La primera iglesia de Kiev fue la llamada iglesia del Diezmo,
destruida por completo ya en XIII siglo. Sin embargo, a principios del siglo XI
en la ciudad se construyó la grandiosa catedral de Santa Sofia, tomando por
ejemplo el homónimo templo de Constantinopla. En el siglo XVIII fue
reconstruida en el estilo del Barroco ucraniano, pero el interior del templo
permanece casi sin cambios.
Como dato curioso, hay que destacar el hecho de que el Estado soviético
era totalmente ateo y oficialmente no se construyó ninguna iglesia entre los
años 1917 y 1985, cuando empezó la perestroika, aunque se llevaron a cabo
trabajos de restauración en muchos templos antiguos que se podían visitar como
museo. Sin embargo, en la Rusia moderna la Iglesia está recuperando fuerzas y
se levantan nuevos templos en todo el país. Las iglesias de hoy siguen
basándose en las tradiciones universales de la arquitectura ortodoxa pero
tienen sus propios rasgos.Templos rusos
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